A continuación quiero dar comienzo a lo que va a ser una serie de post, que se dedicarán a rememorar la historia de lo que ha sido un cambio en aspectos muy íntimos relacionados con la vida cotidiana de este hospital.

Para comenzar quiero revelar donde comenzó a gestarse todo esto, en la 4ª planta, coincidieron durante el verano del 2006 una serie de profesionales inquietos y desencantados, que decidieron compartir su trabajo de sanitarios con una labor sindical que bajo su perspectiva había estado demasiado tiempo desvinculada de la realidad sanitaria del hospital y que no conocía las reivindicaciones reales de sus trabajadores, o bien no habían tenido las armas apropiadas para enfrentarse con la por aquel entonces se llamó a ser la Dirección de Enfermería más poderosa y magnánima que los profesionales que estaban allí trabajando habían conocido jamás. Pero que lejos de la excelencia en su gestión, se cometían atropellos y barbaridades por doquier para tapar sus errores y limitación de recursos, los cuales si se denunciaban eran "perfectamente" represaliados, evitando que se volviera a caer en la tentación de protestar, por parte del trabajador, basando su politica en el miedo y acobardamiento general.

Con este escenario, este grupo de profesionales, circunstacialmente dedicados a labores sindicales, sin ánimo de eludir su papel y acomodarse en su despacho, comenzaron una estrategia, un plan pensado en desvelar y quitar la careta de excelencia que tenía los gestores y mostrar su verdadera faz de imperfección y decadencia. En este sentido tras el verano del 2007 se realiza una primera encuesta de valoración de la Formación Continuada a los profesionales del hospital, que como resultado da un escandaloso suspenso para su responsable. Este argumento se utiliza en las reuniones con la Gerencia de entonces, para comenzar a desvelar la incapacidad y falta de recursos de este responsable y del resto de directivos que lo rodean....se comienzan a colocar piedras en el camino.