SOBRE LIMONES Y CARACOLES.

El que planteo a continuación es un tema que, aunque manido y reiterativo en todos los coloquios profesionales hospitalarios, no deja de tener importancia e interés para todos los abnegados trabajadores de cualquier centro sanitario, sea del SAS o de cualquier tipo de organismo público o privado.

Y quisiera aportar mi humilde granito de arena con unas reflexiones que entiendo puedan ser apoyados por unos, o despreciados por otros. En la diversidad está el gusto, y allá cada cual con sus preferencias, más si cabe si son de índole profesional.

En mi caso en concreto, comparto trabajo y esfuerzo con otros compañeros en Medicina Interna, donde sobra decir que la calidad de enfermos difiere mucho del de otro tipo de plantas. En la nuestra abundan los pacientes encamados, dependientes y que generan una carga brutal de trabajo y dedicación, lo cual provoca una serie de inconvenientes psicosanitarios en nuestros jóvenes (y no tan jóvenes) organismos que no pasaré a enunciar, pues no es ese el propósito de este comentario.

Y es que no quiero que politicen mi criterio, ni lo vendan como una consigna reivindicativa....ni mucho menos. Ni soy el más indicado para ello, ni tan siquiera lo pretendo.

Creo que es evidente que padecemos una "sobrecarga" de trabajo inhumana a todas luces, y como ya existen multitud de artículos científicos al respecto y no pretendo convertir esto en un rifi-rafe entre unidades ("pues yo trabajo más", "pues tenías que ver cómo están la Urgencias"...), pasaré de puntillas sobre este aspecto concreto.

Ahora bien. Quiero dejar bien clarito varias cosas, insisto bajo el prisma de MI opinión personal (equivocada o no, pero mía al fin y al cabo). Y es que tanto a mí como a muchos de mis compañeros, la carga de trabajo no es lo que más nos molesta, no.

Al fin y al cabo ya tenemos asumido que esté quién esté a la cabeza de la Dirección, van a exprimirnos como limones maduros hasta el día de nuestra jubilación.

Lo que me fastidia es que me tomen por idiota, o lo que es peor...por borrego.

Me fastidia que se incumplan las promesas de mejora, y siempre se señale a "entes" que están por encima del Bien y del Mal....cuántas veces nos hemos encontrado con respuestas como..."eso no lo decido yo, lo decide Sevilla" o " eso es el Gerhonte..".

Me fastidia el Silencio Administrativo al respecto, el "mirar para otro lado", el barrer la suciedad escondiéndola debajo de la alfombra.

Pero hay algo que me fastidia todavía más....el Silencio Sindical ante este tipo de prácticas maquiavélicas.
Si alguien quiere tomar esto como una crítica a los sindicatos, tómelo. En cierta forma lo es.

En verdad quisiera que se tomara como una crítica al Sistema en su totalidad, que permite la explotación del empresario, y la corrupción y la política de "manga ancha" a determinados cargos.

¿De verdad estamos tan bien como se pretende vender desde la 4ª Planta?....a día de hoy y tras mucho tiempo (no, no me equivoco, MUCHO TIEMPO) en nuestro querido Centro, los "Vientos de Cambio" se han quedado en Marejadilla en el Estrecho....3 cambios de cromo, y pare usted de contar.

El resto de cosas, incluídas viejas costumbres de la antigua Dirección, permanecen imperturbables en el Pasillo de la Complacencia Sindical.

Perdonen que hable desde la más absoluta ignorancia administativa, pero al fin y al cabo tanto yo como mucho de mis compañeros estamos al margen de los contenidos de las reuniones Dirección-Sindicatos.... disculpen mi atrevimiento, pero..¿no va siendo hora de dar un puñetazo encima de la mesa?

Queridos amigos.....como dijo el escritor Jacob Howell, "un hecho vale más que todo un mundo de promesas".

Aunque me temo que, como decía Francisco de Quevedo..."NADIE OFRECE TANTO COMO EL QUE NO VA A CUMPLIR".

Posiblemente, nos ofrecieron demasiado...y así nos luce ahora el pelo.

Si quieren, tomen nota los interesados.

El resto, los idiotas y borregos, llevamos tiempo tomándola....y no estamos nada contentos, ojo.

Por Alberto Puyana.