Supongo que para los compañeros que han tenido que pasar esta noche tan entrañable en el hospital no habrá sido tarea fácil, sobretodo porque la ocasión es la más pintada, para pasarla junto a la familia y compartir emociones y sentimientos junto a aquellos que más queremos.

Aunque como perfectos profesionales no me cabe la menor duda que habrán dado el 120% para atender a todos esos pacientes que también hubieran dado lo que fuese por estar sentados junto a esposas, hijos, padres y compartir comida, copas, risas y recuerdos.

He leido hoy que esta experiencia puede ser “una vivencia triste, emocionante y hermosa; triste porque no estás con los de tu casa, con la familia; pero hermosa por estar entre los que sufren, entre los que tienen fiebre y dolores; y es, además, por otro lado, emocionante porque en los hospitales se reciben muchas muestras de afecto y cariño, tanto personal como telefónicamente, que te hacen llorar de emoción.”

Por eso desde aquí quiero dejar un recuerdo y mi más sincera felicitación a todos aquellos que por una cosa o la otra han tenido que pasar la nochebuena del 2009 lejos de sus familias y seres queridos.

FELIZ NAVIDAD.

Carlos.