
Sin embargo en la @enfrmraSaturada encontramos una visión irónica, realista/pesimista y poco seria de la enfermería, llena de estereotipos profesionales que poco bueno dice de nosotros como profesionales aunque también ha tenido sus momentos estelares denunciando la necesidad del colectivo de adecuación de las plantillas enfermeras con la brillantez y la repercusión mediática que muy pocos han tenido. La pena es que se ha deslucido con tanto interés mercantil y el personaje se ha desdibujado con tanta hipérbole profesional cayendo, a veces, en el chiste hortera.
Esta puede ser la clave para conectar con el grueso profesional. Siempre nos quejamos que la enfermería no tiene referencias y las que encuentra no nos parecen las más adecuadas. Quizá hemos sido demasiado pretenciosos buscando ser la enfermera perfecta, con una humanización diferente que nos hace llorar de risa (por lo alejado que está de la realizad asistencial), con los sueños rotos y unas evidencias que sólo nos dicen lo mal que podemos llegar a hacer las cosas, sin dar la solución a las situaciones del día a día.
A la Enfermería de a pie, hoy en día, no le interesa ser perfecta, correcta ni la más profesional del mundo. En las charlas de estar de enfermería no se habla de la última evidencia sobre prevención de heridas o de qué guía se vamos a implementar el próximo mes, sino de lo borde que es el paciente tal o lo mal que lo hace el supervisor cual, de cuantos doblajes tengo que hacer para no aparecer una semana por planta y de a qué hora partimos la noche y cuantos ingresos me van a colar desde urgencias.
Las condiciones de trabajo de la Enfermería actual no permiten disfrutar del cuidado, sino que lo convierten en una obligación mecánica en turnos de 7 o 10 horas, en los que tienes que aprovechar el tiempo que puedes estar sentado entre llamada y llamada, para a renglón seguido solucionar en plan McGiver todos los problemas que te van surgiendo por falta del material adecuado, del personal adecuado o de ambos y además sin cabrearte demasiado para que no te tomen por amargado.
No creo que sea tan descabellado que la enfermería se identifique con personajes "inconvenientes" o con publicaciones que rompan los estereotipos y que se encarguen de crear una contracultura enfermera, una enfermería incorrecta, que además de evidencia tenga opinión, que además de humanización tenga crítica social, que salga de los esquemas encorsetados de las publicaciones científicas y publique experiencias a pie de cama y testimonios reales, de profesionales y pacientes.
Y lo mejor de todo es que todo esto se encuentra en una publicación como es el #FanzinEnfermería, de la que somos fan desde que salió el número 1 y que pensamos que tiene que leerse en cada estar de enfermería. Tengo la esperanza de encontrarme con compañeros leyendo el #FanzinEnfermería en vez de la revista Hola o el catálogo de Ikea, por eso comparto con vosotros el último número para que lo imprimáis (en cuanto Fernando Campaña nos lo permita) y lo compartáis, y en el que además hemos tenido la enorme suerte colaborar como parte del enorme equipo que lo edita.
by @carlosnunezo
PD: Yo también quiero ser una #EnfermeraInconveniente.
Una entrada para quitarse el sombrero: reflexiva, crítica y autocrítica, sencilla en las formas y compleja en el fondo. 👏👏👏
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras Concha!
EliminarA veces es necesario bajar de las nubes y poner los pies en el suelo.
Un beso y Feliz año nuevo!