Viajando en tren camino de Madrid
al XXVI Congreso Nacional de Enfermería Vascular y Heridas, da tiempo a pensar, y sobretodo a pararse a
reflexionar y escribir.
Tras casi 20 años de profesión
soy consciente de que la enfermería está pasando por uno de los peores momentos
después de los grandes avances que se produjeron en los años 80. Unos avances
que a nuestro parecer se quedaron a medias por falta de ambición y un
conformismo temprano de los profesionales de aquella época, entendible al fin y
al cabo; y por unas generaciones posteriores que cayeron en un mercado laboral
bondadoso heredado que se ha ido degradando poco a poco.

Hace ya un tiempo que lleva
rondándonos una idea por la cabeza, las que hemos llamado “líneas rojas enfermeras”. Esta
situación necesariamente requiere de un
giro radical, es decir, fijar “líneas rojas” y decir BASTA YA (como nos dice
Paco Pedro, con una reflexión necesaria) desde el propio convencimiento y no admitir la denigración
profesional de la que tanto nos quejamos que, no es culpa de otros sino de
nosotros mismos.
Hace unas semanas estuvimos
en las 25 Jornadas Nacionales de Enfermeras Gestoras y allí en varios discursos pudimos
escuchar la misma idea, la necesidad de poner en valor la verdadera enfermería
y evitar la situación de degradación que se sufre actualmente, pero se dieron
pocas fórmulas concretas que pudieran llevarse a la práctica. No obstante, alguna
idea se pudo escuchar:
¿Por qué no aumentar el peso enfermero en los objetivos fijados en las Unidades de Gestión?
Es un comienzo, y es que los responsables enfermeros se ocupen de
luchar por darle el lugar que le pertenece por peso institucional y por peso en
la actividad asistencial a la enfermería, más allá de un anecdótico 5% de media
que alcanza en la mayoría de las unidades.
También hace unos días
volvía la enfermería a rasgarse las vestiduras tras el discurso anacrónico y
sin argumentos sobre jerarquías y direcciones de unidades, que nos dejaban los
médicos de familia, algo que cae por su propio peso y ni siquiera es digno de
la réplica y el desasosiego que ha supuesto en la profesión; sobretodo después
de los cantos de sirena que pudimos leer en el diario el Mundo sobre el exceso
de médicos y la falta de enfermeras y cómo de invertir más en enfermería el
sistema sanitario mejoraría en calidad y sostenibilidad. Esta idea la comentaba
con mi 50% hace unos días, el cual oportuna y acertadamente se adelantó a
explicarla, mejor que yo, en "un tonto a las 3" un fantástico
post acompañado de una gran riqueza de comentarios.
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Found on flickrcc.netImage: 'josh rouse:love vibration' http://www.flickr.com/photos/41754875@N00/1575473470 |
Con todo lo anterior la idea
de las “líneas rojas” ha ido madurando y en uno de los últimos viajes con mi
50%, la carretera permite compartir muchas reflexiones, te das cuenta que la
situación de la que los enfermeros son hoy víctimas es por pura pasividad, por
dejarse pisotear cada día un poco más la dignidad, por no saber decir que no,
por poner siempre como excusa para esta situación la “falacia humanista”, que
ya hemos comentado, y esta es la gran mentira de la profesión. Escudarse tras
el “bien del paciente” para dejarse pisotear, sin darnos cuenta que esto es lo
que le produce mayor perjuicio, porque da lugar a situaciones y se crean
dinámicas que redundan en unos niveles de calidad asistencial que rozan la
temeridad y de la que somos totalmente cómplices y responsables de las
consecuencias que esto trae.
En muchos foros hemos
escuchado como esta situación debe invertirse desde la base:
“cuando cada enfermero desde su sitio ponga en valor su profesionalidad, entonces la enfermería tendrá su lugar en la sociedad”
Está claro que la toma de decisiones basadas en la
evidencia, la valentía de romper dinámicas interpuestas que no aportan valor,
la evaluación de resultados, la ambición de superarse y apoderarse de los
vacíos asistenciales (de no ser así otros lo harán por nosotros) supondrá el avance
de la profesión.
Sin embargo, pensamos que
esta situación no sólo puede resolverse desde la asistencia. La enfermería a
pie de cama, salvo contadas excepciones, se siente sin fuerzas y sin respaldo para
llevar a cabo una pelea contra el sistema que la “machaca”. La enfermería de
base necesita imperiosamente el refuerzo y el apoyo de sus lideres clínicos y
gestores, aquellos que son referencia, para pelear por cambiar esta situación.
Si no existen referentes,
líderes, cargos intermedios que también peleen por la dignidad de la enfermería
y defiendan sus intereses, cuando no existen direcciones de enfermería que
peleen por lo mismo, y permitan que los lobbies de otras profesiones continúen
con privilegios a costa del sacrificio de la profesión enfermera, la situación
no cambiará.
El compromiso gestor pasa
por apostar por una enfermería digna, y no quedar indiferentes ante situaciones
que degradan y dañan a la enfermería, plantando cara con valentía, argumentos y
resultados. La enfermería gestora debe tomar el pulso y darse a valer tanto o
más que la enfermería de base, sino no habrá posibilidad de cambio, puesto que
no habrá el respaldo suficiente desde todos los niveles.
La Enfermería está
necesitada de líderes enfermeros, ya sean formales o informales, que se
conviertan en “agitadores sociales de la enfermería”, que remuevan conciencias, den ejemplo,
levanten la mano para decir alto y claro ASÍ NO, ¿te apuntas?.
Desde mi posición de enfermero
base, tan sólo trasmito un compromiso con mi profesión, no voy a permitir que
conmigo se pase ninguna de las “líneas rojas”, y pelearé desde mi posición. Sólo espero lo mismo de aquellos que se arrogan llamarse enfermeros.
Hasta que toda la
enfermería, en todos los niveles, clínico, gestor, investigador, docente y político
no fije el objetivo para evitar la degradación de la profesión no habrá ningún
cambio, y se mantendrá el status quo que interesa a unos pocos.
Es verdad, todo ello viene a corroborar aquello que dicen que el profesional quiere que se le "direccione bien", que se le "gestione bien".
ResponderEliminarHay que pedir buenas gestoras enfermeras, que las hay, ¿ó no?