Cosas que revientan al personal....
Por Alberto Puyana.
...la mentira, el engaño, el subterfugio, la condescendencia, el amiguismo, la desvergüenza, la autocomplacencia, la falta de humildad, el enchufismo, la prepotencia, la desgana, el hastío, el autoritarismo, la desinformación, la falta de criterio, el autobombo, la falta de palabra, el exceso de autoestima, la desconfianza, el exceso de tutelaje, el moralismo, la soberbia, la desorganización, la falta de recursos, la carga de trabajo, la parsimonia sindical, la incompetencia directiva, la desidia del personal, los bolsillos llenos de unos pocos a costa del sudor y los dolores de espalda de muchos, la falta de reconocimiento, la amenaza, el chantaje, la codicia, la verborrea política, la fuga de nuestros genios y la permanencia de los indeseables, la racanería de los despachos, el miedo a hablar, el cotilleo, el cuchicheo de pasillo, el "yo no he sido", el "yo nunca dije eso", o el "eso es culpa de...", el choteo, la inmoralidad, la ilegalidad, el "sálvese quien pueda", la falta de decisión, la ambición, los trepas y los okupas de Despachos, las carencias, la falta de tacto, las medidas desproporcionadas, las medias tintas, la saturación de Urgencias, el eterno proyecto de la Cuarta, la guerra de la Tercera, el olvido de la Primera, las prevendas de la Segunda, el aislamiento de Quirófano, la falta de celadores, los contratos que no se hacen, las bajas que no se cubren por Bolsa, los permisos que no se disfrutan, las "L" a punta de dedo del Despacho, el "cállate, que puede ser peor", las represalias, negar el saludo por el pasillo, volver la cara como si no te conocieran, el Azahar sin dotación de personal, el Diraya sin orden ni control, el cortijismo, el mantenimiento de las "viejas costumbres", el miedo al cambio, el inmovilismo, el desamparo, la falta de respeto al trabajador, las exigencias, los muchos deberes y pocos derechos, la agresividad hacia el personal, la inseguridad de Seguridad, el politiqueo, el sensacionalismo, el oportunismo, el desarraigo, el embuste interesado, la palabrería barata, los fuegos de artificio, los malabarismos con los retenes, LAS PROMESAS INCUMPLIDAS......
......todo esto y mucho más es nuestro Hospital de La Línea. Supongo que es un mal común en muchos hospitales, pero en el nuestro ya llueve sobre mojado.
Y hay riesgo de inundaciones....
...la mentira, el engaño, el subterfugio, la condescendencia, el amiguismo, la desvergüenza, la autocomplacencia, la falta de humildad, el enchufismo, la prepotencia, la desgana, el hastío, el autoritarismo, la desinformación, la falta de criterio, el autobombo, la falta de palabra, el exceso de autoestima, la desconfianza, el exceso de tutelaje, el moralismo, la soberbia, la desorganización, la falta de recursos, la carga de trabajo, la parsimonia sindical, la incompetencia directiva, la desidia del personal, los bolsillos llenos de unos pocos a costa del sudor y los dolores de espalda de muchos, la falta de reconocimiento, la amenaza, el chantaje, la codicia, la verborrea política, la fuga de nuestros genios y la permanencia de los indeseables, la racanería de los despachos, el miedo a hablar, el cotilleo, el cuchicheo de pasillo, el "yo no he sido", el "yo nunca dije eso", o el "eso es culpa de...", el choteo, la inmoralidad, la ilegalidad, el "sálvese quien pueda", la falta de decisión, la ambición, los trepas y los okupas de Despachos, las carencias, la falta de tacto, las medidas desproporcionadas, las medias tintas, la saturación de Urgencias, el eterno proyecto de la Cuarta, la guerra de la Tercera, el olvido de la Primera, las prevendas de la Segunda, el aislamiento de Quirófano, la falta de celadores, los contratos que no se hacen, las bajas que no se cubren por Bolsa, los permisos que no se disfrutan, las "L" a punta de dedo del Despacho, el "cállate, que puede ser peor", las represalias, negar el saludo por el pasillo, volver la cara como si no te conocieran, el Azahar sin dotación de personal, el Diraya sin orden ni control, el cortijismo, el mantenimiento de las "viejas costumbres", el miedo al cambio, el inmovilismo, el desamparo, la falta de respeto al trabajador, las exigencias, los muchos deberes y pocos derechos, la agresividad hacia el personal, la inseguridad de Seguridad, el politiqueo, el sensacionalismo, el oportunismo, el desarraigo, el embuste interesado, la palabrería barata, los fuegos de artificio, los malabarismos con los retenes, LAS PROMESAS INCUMPLIDAS......
......todo esto y mucho más es nuestro Hospital de La Línea. Supongo que es un mal común en muchos hospitales, pero en el nuestro ya llueve sobre mojado.
Y hay riesgo de inundaciones....
PD: TOMEN NOTA LOS DIRIGENTES QUE NO SE QUIEREN ENTERAR.
Creo que nada de lo que cuentas es nuevo... pero puesto así, sobre el papel, todo de golpe resulta indigesto y algo difícil de poder sobrellevar día a día. Lo triste es que muchas veces ese puesto de trabajo es la única posibilidad de ganarse la vida y uno no se puede ir... sólo intentar cambiarlo como sea.
ResponderEliminarOs envío mi apoyo y mi cariño. Besos miles
yo no estoy quema mas bien achicharra,estoy deseando qu llegue el dia para irme de este hospital en el cual llegue con mucha ilusion, y les contaba a los demas del buen rollo que existia aqui,ahora cuando salgo de casa parecen que me han puesto pedruscos en los zapatos y no pudiera tirar de mi cuerpo.chao a todos pero es que no tengo el chichi pa farolillos.
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